Las malas notas pueden tener múltiples causas:
Emocionales. Desde el punto de vista adolescente, puede ser difícil concentrarse en los estudios, por ejemplo, cuando los padres se están separando, o se rompió una relación amorosa muy importante. Detectadas y tratadas oportunamente, las interferencias emocionales pueden ser encausadas para que no se conviertan en un impedimento.
Maduracionales. Cada vez se requiere más de metodologías de organización, tanto en el estudio como en la vida cotidiana. Obtener buenas notas implica poder priorizar lo que es más importante, postergando lo secundario, conocer el tiempo necesario para cada tarea etc. La tolerancia a la frustración es propia de la madurez cognitiva y emocional y se logra ejercitándola.
Las malas notas ciertamente nos plantean preguntas respecto del adolescente y su entorno, las que nos pueden ayudar a detectar si existe necesidad de ayuda que se traduzca en un mejor rendimiento académico.
Somos un equipo multidisciplinario dedicado a la problemática adolescente. Con más de 20 años de experiencia, trabajamos en cada caso de forma personalizada, porque entendemos que cada joven es diferente. Motivos de consulta como cuadros depresivos, ansiosos, conductas de riesgo con fallas en el autocuidado, problemas académicos, uso y abuso de drogas, problemas en las relaciones con los pares y adultos, son tratados pensando en el síntoma, pero también en que tras ellos se esconden dificultades más profundas que requieren tratamiento integral.
